Dieta Convencional

Hay varias maneras de perder peso en poco tiempo, pero la mayoría de ellas determinan que el paciente sienta hambre de manera casi constante, y si no se posee fuerza de voluntad, sentirse constantemente insatisfecho llevará a que se abandone la dieta rápidamente, sin llegar al objetivo deseado.

Lo que te enseño con el método tradicional para bajar de peso es a aprender a alimentarte sin riesgos para tu salud y a bajar de peso de forma segura, utilizando las herramientas y opciones que te daré de forma constante. Apoyo los planes de alimentación y dietas con Auriculoterapia para que logres controlar la tan temida ansiedad, que se apodera de nosotros justo cuando empezamos con nuestra restricción alimenticia.

Te entrego un plan de alimentación en base a tus necesidades, requerimientos, gustos y actividad física o laboral, el control cada 14 días hace que te mantengas en constante feed back y obtengas el apoyo que necesitas.
La constante capacitación nos lleva a tener diferentes terapias complementarias para regularizar tus emociones y por consiguiente controlar tu ansiedad.

  • Primer paso: Restringir azúcares y almidones

La parte más importante de este proceso es remover parcialmente los azúcares y almidones (carbohidratos) de la dieta.

Estos son los elementos que más estimulan la secreción de insulina, la hormona principal al momento de determinar el almacenamiento de grasas. Cuando la insulina baja, se facilita la eliminación de depósitos grasos, y el cuerpo comienza a quemar grasas en lugar de hidratos de carbono.

Otro beneficio de bajar la insulina tiene que ver con el hecho de que los riñones se desembarazan del exceso de sodio y agua en el organismo, lo cual reduce el exceso de líquidos.

No es poco común perder entre 3 y 5 kg (incluso más) en el primer mes de tratamiento comiendo de esta manera, donde la idea es que la mayor cantidad de peso perdido provenga de las grasas.

Si se restringen los carbohidratos, la insulina bajará e inmediatamente comenzará a consumir menos calorías y sentir menos hambre. Básicamente, hacer descender los niveles de insulina hace que la pérdida de grasa se ponga en “piloto automático”.

Resumiendo: Al Reducir azúcares y almidones (carbohidratos) de la dieta bajarán los niveles de insulina, disminuirá el apetito y en consecuencia hará perder peso sin sentir hambre.

  • Segundo paso: consumir proteínas, grasas y vegetales

Cada una de las comidas debe incluir una fuente importante de proteínas, otra de grasas y vegetales bajos en carbohidratos.

Construir los platos de esta manera automáticamente pondrá el consumo de hidratos de carbono en el rango recomendado de entre 20 y 50 gramos por día.

Consumir una buena cantidad de proteínas puede acelerar el metabolismo hasta entre 80 y 100 calorías por día. Además, las dietas altas en proteínas pueden reducir los pensamientos obsesivos sobre la comida en alrededor de un 60 %, reducir a la mitad los deseos de comer en altas horas de la noche y elevar la saciedad de tal manera que se pueden consumir hasta 440 calorías menos por día con sólo agregar proteína en forma habitual a la dieta.

Una dieta basada en carnes y vegetales contiene todas las fibras, vitaminas y minerales necesarios para un organismo saludable. No hay necesidad fisiológica para incluir granos en la dieta, en esta fase del tratamiento.

Finalmente, las mejores fuentes de grasas para la dieta son el aceite de coco, el gheé, el aceite de oliva, aceites provenientes del pescado (omega 3 y 6), aceites proveniente de los frutos secos y reino vegetal en general, cada situación en particular se ve en la consulta, cada paciente es distinto, por lo que deberá necesitar un tipo de aceite distinto a otro. En este sentido, uno de las mejores grasas para cocinar es el aceite de coco. Es rico en triglicéridos de cadena media, grasas que sacian mejor que otras y pueden acelerar levemente el metabolismo.

Lo ideal es consumir 3 comidas al día, más la colaciones, si hay hambre a la tarde, se puede adicionar otra comida o colación.

Resumiendo: Hay que armar cada comida combinando una fuente de proteínas, otra de grasas y vegetales bajos en carbohidratos. Esto mantendrá el consumo de hidratos de carbono en el rango ideal de entre 50 y 80 gramos y reducirá drásticamente los niveles de insulina.

  • Tercer paso para hacer junto con el paso 2: ejercitarse tres o cuatro veces por semana

No se necesita hacer ejercicio para perder peso con este plan, pero es recomendable. La mejor opción es ir al gimnasio tres o cuatro veces por semana. Precalentar, levantar pesas, hacer trabajo cardiovascular y luego estirar.

Si es la primera vez que se va a un gimnasio, es bueno pedirle consejos a algún entrenador.

Levantando pesas se quemarán algunas calorías y se evitará que el metabolismo se desacelere, un efecto colateral común de la pérdida de peso.

Los estudios alrededor de las dietas bajas en carbohidratos muestran que incluso se gana algo de músculo mientras se pierde grasa.

Si levantar pesas no es una opción viable, hacer algo de cardio (correr, trotar, nadar o caminar) es suficiente.

Resumiendo: Es ideal acompañar la dieta con algo de entrenamiento de resistencia, como levantamiento de pesas. Si no es una buena opción, el cardio también funciona.

  • Paso opcional: comer carbohidratos una vez por semana

Se puede tomar una comida en algún día de la semana para comer carbohidratos. Es importante apegarse a fuentes saludables, como avena, arroz, quinoa, papas y frutas.

Pero si esta costumbre se traslada a más días, arruinará las posibilidades de éxito de la dieta.

Este día de carbohidratos no es necesario, pero puede servir para regular algunas hormonas quemadoras de grasa, como la leptina y las hormonas tiroideas .

Quizás se gane algo de peso durante este día libre, pero en su mayoría estará compuesto por líquidos y se perderá en los siguientes dos días.

Resumiendo: Comer más carbohidratos un solo día a la semana es aceptable, pero no necesario.

¿Qué resultados esperar?

La primera semana se pueden perder entre 1 y 3 kg (a veces más) y luego se continuará perdiendo peso consistentemente.

Si es la primera vez que se hace dieta, la pérdida de peso probablemente sea rápida. Mientras más peso haya para perder, más rápido se perderá.

Durante los primeros días, quizás haya algunos síntomas de adecuación del cuerpo a comenzar a quemar grasas en lugar de carbohidratos. Pero usualmente esto desaparece luego de dos o tres días, y agregar algo de sodio a la dieta puede ayudar.

No es necesario sentir hambre.

Si se tiene alguna condición médica preexistente, hay que hablar con el doctor antes de encarar esta dieta, ya que puede demandar ajustar las dosis de ciertos medicamentos.

Reduciendo carbohidratos y bajando los niveles de insulina se cambia el balance hormonal, y restablece la orden para que el cerebro “quiera” perder peso.

Esto lleva a un descenso drástico del apetito, eliminando la razón principal por la cual la gente falla siguiendo métodos convencionales de pérdida de peso.

Las dietas bajas en hidratos de carbono hacen perder peso dos o tres veces más que la dieta típica baja en grasas con restricción de calorías. Pero no es para hacerla sin supervisión de un profesional competente.

Otro gran beneficio para los impacientes es que el descenso inicial en peso líquido puede llevar a una gran diferencia en la balanza en muy poco tiempo.


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